Todo. Todo se va. Se aleja.
Tú. Tú te vas, te alejarás. Te alejas. Te has alejado ya.
Después de todo lo que se vivió.
Es extraño el vacío que puede quedar entre las personas. El cariño puede permanecer, pero todas las ansias de comunicación pueden irse a un vacío sin tiempo. No es porque uno quiera, pero llega un momento donde ya no se puede hacer nada más... donde no tiene sentido alguno seguir tratando de construir algo cuando en el fondo sabes que eso nunca se logrará. No tiene sentido creer. No tiene sentido extrañar incluso. No tiene sentido lamentarse. ¿Por qué? Porque sabes las consecuencias de los actos. Sabes cuando has dado todo por algo. Sabes que cada paso que des simplemente será peor. Sabiendo todo esto, ¿por qué se siente tan incómodo? Porque es algo inevitable, simples humanos llenos de inservibles y defectuosos sentimientos, los cuales nos provocan una inmensa alegría como una aterradora incomodidad. Mirar cómo avanza la vida de alguien en imágenes sin poder expresar palabra alguna, sabiendo que cualquier movimiento que hagamos puede causar problemas para otros... Somos personas que nunca más nos leeremos, desgarrando nuestras almas. Lloviendo, como ese Santiago de invierno en la ventana de tu apartamento acariciando cielos.
Nunca respondí., pero... solo puedo decir: te expreso felicidad. Navega en tu preciado mar. Corre por tu mar de naturaleza y belleza. Ríe junto a los seres vivos de esta tierra, no junto a humanos. Siente.
Jamás vuelvas a ser como fuiste en ese entonces, cariño.
Cenizas.